El presidente saliente se comprometió a garantizar una transferencia de poder “pacífica y ordenada” a su máximo enemigo, con el que tuvo durísimos cruces durante las dos campañas en las que lo enfrentó (incluyendo ésta última, que abadonó anticipadamente). Al anunciar el encuentro, manifestó su esperanza de que podamos, independientemente de por quién votemos, considerarnos conciudadanos y no adversarios”. En 2020, el republicano no aceptó su derrota y no participó del traspaso del mando. Leer más