Jesús Rafael Álvarez tenía 44 años y había sido arrestado sin ninguna razón en las calles después de las elecciones del 28 de julio, junto a su mujer. A su hijo le avisaron que había muerto el jueves y le mostraron imágenes de su cadáver, golpeado. Es el segundo preso político que muere encarcelado. Siguen además las desapariciones forzadas. El último caso es el de una hispano-venezolana, secuestrada por la policía política después de pasar migraciones en el aeropuerto de Caracas. Leer más