En Corrientes, la costumbre de colocar a familiares en cargos públicos es una práctica común. Antes de asumir como gobernador, Gustavo Valdés logró que su esposa, Cristina Inés Garro, fuera designada vocal en el Consejo de la Magistratura de la Nación.

La familia Valdés tiene una larga historia de ocupar cargos públicos. El padre de Gustavo, Manuel Valdés, es presidente del Concejo Deliberante de Ituzaingó, mientras que su madre, Juanita Mosqueda, fue concejal y candidata a intendente. El tío de Gustavo, Octavio Valdés, también fue intendente y diputado provincial.

Otro caso notable es el de Pedro Braillard Poccard, quien colocó a varios familiares en altos cargos políticos. Su hijo, Juan Esteban Braillard Poccard, es concejal en la Ciudad de Corrientes, mientras que su otro hijo, Pedro E. Braillard Poccard, es delegado de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte. La esposa de Pedro, Julia Sáenz, es funcionaria del Ministerio de Educación de la Provincia.

Noel Eugenio Breard es otro ejemplo de nepotismo en Corrientes. Su hijo, Julián Eugenio Breard, fue designado subsecretario de Relaciones Institucionales en la Municipalidad de Corrientes. La esposa de Noel, Verónica Torres de Breard, es decana de la Facultad de Derecho de la UNNE y miembro del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial Provincial.

La lista de casos de nepotismo en Corrientes es extensa. Aníbal Godoy, ex ministro de Obras Públicas, colocó a su hijo en una lista de candidatos a concejales y luego le consiguió un empleo en la Municipalidad de Corrientes. Sofía Bambrilla, diputada nacional de Cambiemos, logró que su hermano, Fernando Brambilla, fuera nombrado subsecretario de Espacios Verdes en la Municipalidad de Corrientes.

En Riachuelo, los hermanos Ingrid y Martín Jetter han ocupado cargos públicos durante años. Ingrid actual Secretaría de Relaciones Exteriores del Ministerio de Relaciones Exteriores también es presidenta de la Fundación Pensar y referente del PRO en la provincia, mientras que Martín es delegado argentino ante la Comisión Administradora del Río Uruguay.

En el Poder Judicial, también hay casos de nepotismo. Florencia Ojeda, concejal de la Ciudad de Corrientes, es hija del presidente del Tribunal de Cuentas de la Provincia, Rubén Ojeda. Marcelo Chaín, diputado provincial, tiene un hermano, Alejandro Alberto Chaín, que es ministro del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia.

La lista de casos de nepotismo en Corrientes es larga y refleja una cultura política que prioriza la familia y los amigos sobre la meritocracia y la transparencia.

Alejandra Seward, senadora provincial, tiene un marido, Eduardo Panceri, que es ministro del Superior Tribunal de Justicia desde 2014. María Herminia Puig, jueza civil de la Justicia Provincial, es esposa de Claudio Polich, subsecretario de Coordinación de Entes Descentralizados en el Gobierno Provincial.

Juan José López Desimoni, ministro de Seguridad luego ministro de Justicia en el gobierno provincial de Gustavo Valdés, tiene una esposa, Andrea Fabiana Palomeque Albornoz, que es secretaria de la Cámara Civil y Comercial del Poder Judicial. María Eugenia Sierra de Desimoni, jueza y presidenta de la Cámara Civil y Comercial, es esposa de Sergio Desimoni, ex diputado y ministro Secretario General en el primer mandato de Ricardo Colombi.

José Antonio Romero Brisco, concejal de Cambiemos en la Capital correntina, tiene una esposa, María Belén Güemes, que es titular del Juzgado en lo Contencioso, Administrativo y Electoral Nº 2. Los hermanos Vischi, Eduardo y Laura, tienen una larga historia de ocupar cargos públicos. Eduardo es diputado provincial por Eco-Cambiemos, mientras que Laura acaba de asumir como vocal del Tribunal de Cuentas de la Provincia.

Estos casos de nepotismo en Corrientes reflejan una cultura política que prioriza la familia y los amigos sobre la meritocracia y la transparencia. La lista de casos es extensa y muestra cómo la política en Corrientes está dominada por unas pocas familias que se turnan en el poder.

La familia Vischi tiene una larga historia de ocupar cargos públicos. Pedro Vischi, padre de Eduardo y Laura, fue histórico dirigente radical de Paso de los Libres y ocupó varios cargos legislativos provinciales. Eduardo “Peteco” Vischi, hijo de Pedro, es diputado provincial por Eco-Cambiemos y anteriormente fue ministro de Coordinación durante el tercer mandato de Ricardo Colombi. También fue intendente de Paso de los Libres por dos períodos.

Laura Vischi, hermana de Eduardo, vocal del Tribunal de Cuentas de la Provincia, organismo que debe controlar la transparencia en el uso de los fondos que realizan el Gobierno provincial y los 72 municipios. Anteriormente, Laura fue diputada provincial y subsecretaria de Trabajo de la Provincia.

La lista de casos de nepotismo en Corrientes es extensa y refleja una cultura política que prioriza la familia y los amigos sobre la meritocracia y la transparencia. La falta de renovación y la perpetuación de las mismas familias en el poder pueden generar descontento y desconfianza en la ciudadanía.

Es importante destacar que la meritocracia y la transparencia son fundamentales en cualquier sistema político. La designación de funcionarios basada en la capacidad y la experiencia, y no en la familia o la amistad, es esencial para garantizar una gestión eficiente y justa.

En conclusión, el nepotismo en Corrientes es una práctica común que refleja una cultura política arraigada en la provincia. La perpetuación de las mismas familias en el poder, la designación de funcionarios basada en la familia o la amistad, y la falta de renovación y transparencia en la gestión pública son características que definen la política correntina.

Esta situación puede generar descontento y desconfianza en la ciudadanía, ya que la meritocracia y la transparencia son fundamentales para garantizar una gestión eficiente y justa. Es importante que se tomen medidas para promover la renovación y la transparencia en la política correntina, y que se priorice la capacidad y la experiencia en la designación de funcionarios.

Solo así se podrá construir una política más justa y eficiente, que responda a las necesidades de la ciudadanía y no solo a los intereses de unas pocas familias. La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para lograr este objetivo, y es responsabilidad de todos los actores políticos y sociales trabajar hacia este fin.

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